“Una razonable nacionalización del suelo…”

Con esas palabras termina su artículo(1) don Jesús Sánchez Rof, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Constructoras de Obra Pública (AERCO)

El artículo titulado Nuevas Ideas para grandes retos , distingue con claridad el sector de la Edificación del Sector de la Obra Pública y sobre ellos presenta sus diferencias. Pero a nosotros nos interesa lo que dice sobre el sector de la Edificación.

Para este sector, después de la inexcusable referencia a las “subprime” y al origen exterior de la crisis actual de España, alude a los sempiternos problemas de la rigidez del sector y de la escasez y alto precio de los suelos. Y afirma que mientras no se aborde el problema con carácter general seguiremos teniendo problema de la vivienda en España.

La solución pasaría por “una ley del suelo que, definitivamente, tome buena nota del mandato de la Constitución en lo que se refiere al derecho de acceder a una vivienda en unas condiciones dignas, y se faculte a los ayuntamientos a la expropiación de suelo con este fin."

El párrafo anterior tiene dos partes muy diferentes, la primera es la exigencia en terminar de una vez por todas con el problema de la vivienda en España, exigencia con la que no puedo dejar de estar de acuerdo. Solo que como la primera ley del suelo es de 1.956, comprenderá el lector que aunque totalmente de acuerdo con el “debería de resolverse”, no pueda dejar de mostrar mi incredulidad respecto de que ésta vez sea la buena. 50 años y una decena larga de leyes del suelo fracasadas una detrás de otra, me lo impiden.

Pero respecto de su segunda parte, el desacuerdo no puede ser mayor. Que la solución venga de la mano de la facultad expropiatoria de los Ayuntamientos, no es más que un mal sueño. Además, siempre que se justifique el bien público y la utilidad social los ayuntamientos pueden, desde hace muchos años, expropiar de acuerdo con una serie de condiciones. Y no parece que esa capacidad haya contribuido a mejorar el problema de la vivienda.

El autor insiste y termina el párrafo reseñado con las siguientes frases: “En buena medida, la abultada deuda que soportan muchas empresas inmobiliarias se debe a los altos precios que han tenido que pagar para hacer acopio de un suelo que, precisamente por su escasez y naturaleza privada ha sido proclive a una especulación descontrolada.”

Que la naturaleza privada del suelo sea proclive a la especulación –y por tanto, que la pública, no- es pura ideología política ajena a la realidad. Piénsese en la cantidad de casos en los que los ayuntamientos venden el suelo que han recibido por cesiones gratuitas de los planes que aprueba, en los que el procedimiento de venta es la subasta pública, lo que quiere decir que se vende al mayor precio que se pueda vender.

Y en cuanto a que sea escaso, desde luego la escasez de suelo para edificar no es debido a que la iniciativa privada ponga trabas a su desarrollo sino a lo largo, complicado y abstruso que suelen ser los procesos de creación de suelo, cuyos árbitros… son los ayuntamientos.

Termina el párrafo que estamos comentado con una tercera serie de frases que dicen: “Una razonable nacionalización del suelo mitigaría las tensiones financieras en los diferentes agentes del sector, y alentaría una demanda que ni es ficticia ni se encuentra en estado latente.”


Habría que definir mejor eso de nacionalización mitigada para ver en qué sentido y con que extensión la utiliza el autor, pero ya de entrada nos parece una barbaridad, que no sólo no mitigaría las tensiones financieras del sector sino que abriría una brecha enorme en la convivencia ciudadana. El intervencionismo del Poder Político no puede ser una opción para crear más suelo, lo que debe de hacer es simplificar brutalmente el proceso de generación de suelo mediante medidas eficaces y reglas de valoración inteligentes y disciplinar a los ayuntamientos.

Finalmente, su referencia a la “demanda que ni es ficticia ni se encuentra en estado latente” puede querer ser tanto una respuesta a los que hablan de “demandas de venta embalsada” como de los que hablan de “ausencia de demanda”. El autor quizás muestre en este punto su antigua pertenencia a un partido de centro.


Notas:
(1) CINCO DÍAS pág. 19 del 28/01/2008
(2) La imagen utilizada es de www.clipart.com, servicio de imágenes al que está suscrito mi sitio web www.inmobiliari.net