Chiringuitos y Santuarios

Terminada de escribir y editar nuestra postal titulada Santuarios Inmobiliarios , leemos en la página 3 del DIARIO DE JAÉN, un artículo en el que el periodista, D. Alberto Castán insiste en el mensaje equivocado: Asociar el cierre de inmobiliarias a la titulación del propietario de la agencia , y en sus consecuencias: cierran las inmobiliarias no colegiadas y crece el número de oficinas que se registran como APIS.

Ya lo hemos dicho, pero el error reiterado tiene que ser contestado repetidamente, así que, repetimos: No hay ninguna relación entre ambos hechos… y el primero, además, es falso. Veámoslo.

Ya hemos explicado que nadie sabe el número de inmobiliarias que existen (1) por ausencia de estadísticas fiables, luego difícilmente se puede saber entonces si las que han cerrado son o no la mitad de las que existían en enero de 2007. Y mucho menos si todas ellas son o no colegiadas.

Ya hemos contado (2) que la Crisis es Crisis para todos, afectando pues a todos los que trabajamos en el Sector de la Intermediación.

Sin embargo no hemos insistido en los diferentes modelos de gestión de una inmobiliaria colegiada como API frente a otros modelos posibles de agencias o redes no colegiadas. Sólo hemos lanzado un desafío algo imprudente al decir que “cuando quieran, comparamos” , desafío que dejemos para emjor ocasión.

En lo que ahora insistiremos es en que la exposición de noticias como ésta, el periodista y los lectores, tiene que tener en cuenta la fuente de las mismas, porque como se sabe algunas fuentes de noticias pueden estar interesadas en lanzar mensajes sesgados a su favor. Y este es el caso de este artículo. Se favorece a los APIS utilizando un argumento errado, servido al periodista por los mismos APIS.

No es racionalmente aceptable que una crisis que está arruinando a muchas agencias, afecte tan sólo a los que no están colegiados y que una titulación (y el modelo de negocio anejo) sirva de elixir mágico contra la crisis. Están cayendo de todas clases. Y entre éstas no se hallan sólo “chiringuitos” inmobiliarios sino oficinas de clase, modelos de negocio, organización, localización, antigüedad y propietarios muy diferentes. La extensión de la palabra chiringuitos a todas las que han cerrado es un insulto fácil e injusto. Y aunque a las que han cerrado les da ya igual, la más elemental justicia exige aceptar que todos estamos igualmente expuestos frente a la crisis. Y la inteligencia, exige además, que cuando afirmemos que un modelo de negocio es mejor que otro, podamos probarlo. Y con la que está cayendo y los que están cayendo, esa es una tarea complicadísima.

Notas:
(1) Véase nuestra postal titulada: Estadísticas Imposibles.
(2) Véase nuestra postal titulada: Santuarios Inmobiliarios.

(3) La imagen utilizada es de http://www.clipart.com/, servicio de imágenes al que está suscrito mi sitio web