
Por otra parte, las severas críticas que estos productos- milagro reciben periódicamente de diferentes estamentos u organizaciones de consumidores, apenas sí les afectan y su existencia goza de muy buena prensa. Estos productos, salvo excepciones, no son peligrosos…, sólo son ineficaces pues no cumplen con lo que prometen.
En nuestro sector inmobiliario lo que más se asemeja a esa clase de bienes es precisamente el producto VPO.
La buena prensa que posee es casi aceptada sin contestación alguna. Todo el mundo parece estar de acuerdo con sus bondades. Seguro que no le sorprendería oír que: “ la VPO es la solución definitiva al problema de la vivienda digna en España” o esta otra de “La VPO es la forma de dar respuesta al mandato constitucional por el que cada español debe poder acceder a una vivienda” o bien: “La VPO es la respuesta social a la demanda que el mercado libre no atiende.” , “Gracias a la VPO las capas más débiles de la sociedad pueden acceder a la propiedad de una vivienda (digna)”, “El Estado debe de apoyar la VPO como manera de redistribución más justa de la riqueza.”… y así sucesivamente. Lea lo que dicen los políticos sobre la vivienda VPO en sus programas electorales y verá como ese es un tema en el que parece haber una cierta unanimidad: no hay duda, para casi nadie, la VPO es el bálsamo necesario para remediar el problema de la vivienda en España.
En este último año- el segundo o tercero de la crisis en el sector de la Intermediación Inmobiliaria- el mensaje anterior (VPO= producto milagro) se ha sofisticado y ahora leemos declaraciones que van desde: las VPO son una vía para atajar los problemas del sector a las VPO son el refugio obligado para los promotores en tanto en cuanto dure la Crisis. El lector encontrará múltiples afirmaciones acerca de la bondad de las VPO como herramienta para salir de la Crisis. Y el Gobierno, desatado también en esa dirección, pues nos dice cosas tales como que se comprará suelo a promotores privados para que puedan construirse viviendas de esa clase, que se revisarán los módulos de precio para hacer esas viviendas más atractivas al promotor, que en determinadas circunstancias se permitirá el pase de vivienda libre construida a vivienda de VPO para facilitar la venta del stock de viviendas existentes, etc., etc.
El cuestionamiento a esta idea apenas si tiene tratamiento teórico en nuestro país y las críticas que hay suelen ser circunstanciales: El mejor y más actual ejemplo es el que se recoge en http://www.europapress.es/economia/noticia-economia-vivienda-promotores-denuncian-falta-suelo-financiacion-atajar-crisis-vpo-20080831113422.html De este sitio anotamos:
“La apuesta que los promotores inmobiliarios realizan por la promoción de viviendas de protección oficial (VPO) para atajar la crisis que atraviesa el sector se está topando con dos obstáculos, la falta de suelo y de financiación, según indicaron a Europa Press en fuentes de la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE) y del G-14."
Citas como esta son ejemplares de eso que he llamado crítica circunstancial pues no es una crítica al modelo VPO sino tan sólo a algunas de sus circunstancias de aplicación.
Pero basta por hoy, el lector ya habrá notado que a mí, el modelo VPO me parece auténtico aceite de serpiente impropio de una sociedad avanzada, pero como apenas leo opiniones parecidas a la mía, me gustaría, antes de proceder a explicar el porqué de algunas de sus inconsistencias, escuchar los comentarios, bien de otros críticos solitarios bien de otros partidarios de las VPO. ¿Alguien se anima a contarme las virtudes que las VPO poseen?
Nota:
1 La imagen utilizada es de http://www.clipart.com/, servicio de imágenes al que está suscrito mi sitio web http://www.inmobiliari.net/
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