Efectos no deseados

Véase la denuncia que se presenta en la página 41 del periódico LA VOZ DE LA CORUÑA, del 10/01/2008.

“Muchos de los que ya tienen un contrato de arrendamiento de importe más bajo, entre 250 y 400 euros, han visto cómo los propietarios han decidido subir el precio al saber que los inquilinos percibirán una ayuda de 210 euros.”

La razón de ello puede ser la que apuntan en el propio diario: “Los intermediarios creen que el aumento del valor de los alquileres se debe a que el programa del Gobierno obliga al arrendador a… alquilar por la vía legalmente establecida. Eso implica que el propietario del piso debe declarar al fisco unos ingresos que antes podía ocultar…”

Quizás también ayude a ello, el incremento de costes para los propietarios, de las diferentes seguridades que se están incorporando a los contratos (seguro de cobro, por ejemplo) en los modernos planes y programas de alquiler garantizados.

Pero sea cual sea la causa me temo que esto no esté ocurriendo sólo en Galicia y que se estén dando incrementos – con carácter nacional- en los alquileres, por parte de los propietarios, al estimar éstos que la capacidad de pago de sus inquilinos se ha incrementado. No hay que olvidar que la libertad de precios actúa constantemente y que por tanto los alquileres, al igual que las ventas, ascienden siempre hasta el máximo nivel de esfuerzo que los consumidores en cada zona y tiempo, pueden alcanzar (pagar).

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