martes, 11 de noviembre de 2008

La reactivación llegará como la Crisis, lentamente.

Con el título de La reactivación llegará tan rápido como la Crisis, en el periódico Expansión, edición de Madrid, se publica en su página 40 del día 06/11/08 una entrevista que el periodista P. Riaño ha hecho al presidente del Barcelona Meeting Point, don Enrique Lacalle.

En esa entrevista, una de las preguntas es: ¿Por dónde cree que empezará la reactivación? La respuesta esconde una “miopía” importante y por ello vamos a dedicarle esta postal.

Después de indicar que será el mercado residencial, frente a otros sectores como el industrial, el de oficinas, etc., el que primero se recupere, lo cual no deja de ser sorprendente dado que esos subsectores están menos afectados por la enfermedad que el residencial - ¿se curan antes los enfermos graves que los leves?- dice además dos cosas que a nuestro juicio son erróneas. La primera es que “la primera señal de la salida del túnel aparecerá cuando las bolsas vuelvan a marcar el verde durante muchas jornadas seguidas.” Y la segunda es: “La reactivación llegará tan rápido como ha llegado la crisis, porque está relacionada con un cambio mental más que con razones objetivas.” Veámoslas por separado.

Que el color verde continuado sea la primera señal del final de la crisis es un error porque asimila exclusivamente la crisis a la falta de confianza de los inversores de capital en el sector inmobiliario. Parece pues que el autor de esas declaraciones se apunta a la hipótesis del “problema financiero exterior” para explicar la Crisis. Y por ello, resuelto el problema que lo causó, la crisis empezaría a resolverse. Esta hipótesis ignora que además de ésa, sin duda, gravísimas dificultades exteriores, los problemas del sector inmobiliario tienen muchas otras causas internas –no financieras- que también han contribuido a desencadenar la Crisis. Ya hemos contado en otra postal (2) las cosas que seguirían sin arreglo incluso si se produjese “una remisión instantánea de la enfermedad (falta de liquidez) que padecemos, así que no insistiremos ahora, pero la miopía –o ceguera- es notable al ignorar las causas internas de la Crisis.

Por otro lado, el que la Crisis haya venido rápidamente es, sencillamente, falso. En enero de este año, en otro blog distinto a éste –que no existía en esa fecha- dimos cuenta del espectacular gráfico que el Banco de España exponía en su encuesta trimestral a las entidades de crédito más importantes de España. En él – en el gráfico que indicaba el número de hipotecas concedidas mensualmente por el conjunto de esas diez entidades- se veía con crudeza, cómo la orden de “cerrar el grifo” se dio mucho antes del estallido oficial de las “subprime” –situado en la primera semana de agosto de 2007- Y así se observaba en el gráfico mencionado, cómo el cambio de tendencia en el número de hipotecas concedidas se inicia a finales del 2005, es decir, en pleno “boom” inmobiliario. Tendrían que pasar dieciocho meses hasta el estallido de las “subprime”. Dieciocho meses – o trece, si dejamos pasar cinco descensos consecutivos, los cinco primeros meses de 2006 –que en cualquier gráfico de control señalan con claridad, no la tendencia de descenso que insinúan con su distribución gráfica, sino algo más grave: que el proceso está descontrolado y que el riesgo de desplome es seguro.

No es momento de estudiar por qué la generalidad del Sector Inmobiliario no hizo nada con ese áureo y esclarecedor dato, ni insistir en que sí, que algunas de las “ventas milagrosas” que se hicieron en esas fechas (Jove a Martín, por ejemplo), lo tuvieron sin duda en cuenta. Lo que toca ahora es decir que los procesos de crisis no se desencadenan en paralelo sino en serie y que mucho antes que la Crisis afectara a las Inmobiliarias Promotoras y Constructoras, ésa ya nos estaba devorando (a nosotros, a las inmobiliarias de la intermediación). Es por eso que la Crisis que nos afecta nos afectó a nosotros mucho antes que a esos otros subsectores inmobiliarios. Nuestra Crisis empezó pues mucho antes pues viene de más lejos.

Finalmente diremos que el que la Crisis se arreglará rápido “porque está relacionada con un cambio mental más que con razones objetivas” es otra aseveración miope. Claro que la subjetividad crea el valor y que hay en la Crisis elementos subjetivos, pero la realidad dura y gélida está ahí: ésta es la Crisis más feroz de todos los tiempos modernos, a los que manejan el sistema económico mundial se les ha ido de las manos y esto no es subjetivo. Y una cosa así no parece que pueda resolverse con rapidez.

Notas:
(1) Véase en: ¡NO es sólo la liquidez, estúpido!
(2) La imagen utilizada es de www.clipart.com, servicio de imágenes al que está suscrito mi sitio web www.inmobiliari.net

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